Finalizando la tarde del domingo 13 de marzo se cerraron oficialmente las urnas electorales, los colombianos tuvimos la oportunidad de elegir democráticamente la conformación del nuevo congreso para el periodo 2022-2025. Así mismo, salieron los ganadores de las consultas Pacto Histórico, Equipo por Colombia y Centro Esperanza.
Así las cosas: el Senado de la República quedó constituido de la siguiente manera; El Partido Conservador 16 cur, el Pacto Histórico 16 cur, y el Partido Liberal con 15 escaños cada uno. El Centro Democrático logró formar una bancada de 14 senadores, al igual que la Coalición Alianza Verde y Centro Esperanza. En este mismo orden, Cambio Radical obtuvo 11 escaños, seguido del partido de la U con 10 congresistas y finalmente la Coalición Mira con 4 curules.
En cuanto a la Cámara de Representantes, el partido Liberal alcanzó la mayor representación con 32 escaños, mientras que el partido Conservador y el Pacto Histórico ganaron 25 curules. Los partidos Centro Democrático y Cambio Radical formaron sus bancadas con 16 representantes cada uno, seguidamente del partido de la U con 15 escaños y el partido Alianza Verde logró una bancada de 11 representantes. La Liga de Gobernantes Anticorrupción y Alternativos alcanzaron de forma individual dos escaños. Los demás partidos consiguieron 1 curul. No obstante, aún seguimos esperando los resultados oficiales definitivos del Consejo Nacional Electoral.
A raíz de los resultados electorales, podemos concluir que los colombianos en su gran mayoría eligieron un Congreso de derecha y centro derecha. Si bien es un alivio para la protección de nuestros derechos, libertades y el fortalecimiento de la democracia, aún nos queda un reto como sociedad, quizás uno de los más importantes.
El próximo 29 de mayo, elegiremos al presidente de Colombia; ese que tenga la capacidad de unir y trabajar con todos los sectores, aquel que transforme las dificultades de la pandemia en oportunidades para mejorar las condiciones económicas y sociales de nuestro país, especialmente de las regiones. Necesitamos un presidente que junto a su equipo de trabajo sepa leer y entender las necesidades que se presentan en las periferias, en el ciudadano de a pie, con el objetivo de construir una sociedad verdaderamente incluyente, con acceso a oportunidades, participativa y con condiciones dignas de vida.
Es fundamental señalar, que la pasada contienda electoral estuvo marcada por los discursos de agresión, ataques personales y la desunión en la construcción del progreso del país. Seguimos inmiscuidos en la polarización y en el miedo que no nos permite ir más allá de las discusiones ideológicas y los extremos.
Es por esto que, el verdadero pacto histórico debe ser entre los ciudadanos de todos los estratos sociales que buscan que su pueblo, ciudad, departamento y país salga adelante. Donde cada familia tenga la oportunidad de acceder a mejores condiciones de vida mediante la capacidad instalada de los sectores público y privado, en educación, salud, conectividad, infraestructura, empleo, vivienda sostenible, seguridad, etc.
En pocos días cada uno de nosotros tendrá la responsabilidad de votar por su futuro, el de su familia y entorno. No podemos dudar o suponer que nuestro voto, un solo voto, no aportará para la construcción de la Colombia que tanto soñamos. Un voto hace ganar o perder una esperanza.
La apuesta ciudadana para generar un verdadero pacto histórico es salir a votar, a ejercer el derecho constitucional que nos faculta para elegir a quien consideremos que porta todas las capacidades, condiciones y mérito para dirigir al país, en medio de tantas dificultades, sobre todo, sociales y económicas.
Finalmente, debemos ser conscientes que si a Colombia le va bien, a todos nos va bien, naveguemos hacía la misma dirección para perpetuar un verdadero pacto ciudadano, caracterizado por la escucha y las grandes alianzas de centro derecha, que derroten la miseria, el populismo y la mentira. Dejemos a un lado las peleas políticas para concentrarnos en la creación de cambios estructurales que tanto necesitamos.
Muchas cosas por mejorar, por replantear, los gobiernos anteriores se han equivocado en muchos aspectos, pero ojo, no es el tiempo para improvisar y menos ensayar, con un proyecto de gobierno que siembre más duda que certidumbre.
¡Cuidemos la democracia, difícilmente se recupera!
Luis Gabriel Gómez
Diputado de Antioquia