Después de los objetivos de desarrollo del milenio, para el 2015 el mundo establece una nueva agenda mundial centrada en el desarrollo sostenible, esta agenda busca cumplir con 17 objetivos al 2030, planteando una serie de metas e indicadores que tienen como propósito promover la superación de las desigualdades, la protección del medio ambiente, afrontar el cambio climático, construir ciudades sostenibles, fortalecer las instituciones para la justicia y la paz, la generación de alianzas, entre otros.
Colombia ha sido uno de los países latinoamericanos con mayor compromiso a la hora de incorporar los objetivos de desarrollo sostenible en sus instrumentos de planeación, una prueba de ello es la adopción del documento CONPES 3918 del año 2018, el cual establece las metas e indicadores para el país al mediano y largo plazo.
En este marco, el Plan de Desarrollo Nacional vigente y los Planes de Desarrollos Territoriales, recientemente aprobados, los han incorporado. En el caso puntual de Antioquia, el Plan de Desarrollo: Unidos por la Vida, asocia los ODS en cada una de las metas que proyectan ejecutar durante el cuatrienio, y si bien hay una apuesta decidida en su incorporación programática, aún nos falta mejorar en el alcance de algunas de las metas e indicadores propuestos para la región del eje cafetero.
Los retos para cumplir las metas son muchos y tan solo quedan 10 años, por lo tanto, si queremos contribuir de manera eficiente al cumplimiento de las metas nacionales trazadas al 2030, hay que redoblar esfuerzos en este y en los próximos gobiernos.
Otro claro reflejo del compromiso del país con la agenda ODS, es el establecimiento del primer Centro de Desarrollo Sostenible – CODS para América Latina y el Caribe, ubicado en la Universidad de Los Andes, el cual operará como un centro de investigación y formación sobre los ODS y políticas públicas asociadas a ellos.
En términos de resultados, recientemente se publicó el primer ranking del índice de cumplimiento de los ODS en América Latina y el Caribe, índice compuesto por 96 indicadores. En esta primera medición el ranking lo encabeza Chile, con un puntaje de 73,68, siguiendo Uruguay con 71,50 y Costa Rica con 69,98 puntos. En esta ocasión, Colombia ocupa el noveno lugar en América Latina y el Caribe, con un puntaje de 64.78 sobre 100.
Según el informe publicado por el Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS) y la Red de Soluciones del Desarrollo Sostenible (SDSN), el país presenta avances en el ODS 1: fin de la pobreza y en los ODS 6 y 7 concernientes al agua y saneamiento básico, la energía asequible y no contaminante.
Por otro lado, en esta primera evaluación muestra que los mayores retos del país tienen que ver los ODS 14 y 15: la protección de la vida submarina y los ecosistemas terrestres.
Para el CODS, en una entrevista publicada en Semana Sostenible, uno de los desafíos más urgentes que tendrá que afrontar el país es el de la desigualdad, pues como señala el índice, “entre los casos más críticos de desigualdad se encuentran Colombia, Guatemala y México, con un coeficiente de Gini (medida de desigualdad) ajustado por ingreso similar a los niveles observados en países de África subsahariana. En Guatemala, por ejemplo, el ingreso recibido por el 10% más rico de la población es 20 veces mayor al que recibe el 40% más pobre. En Colombia y en México esta cifra es de 17.9 y 13.5%, respectivamente”.
Además de los resultados de esta primera evaluación del índice, los expertos señalan que la Covid-19 ralentizará el cumplimiento de algunos indicadores, especialmente los relacionados con la economía y las políticas sociales, y en este punto será muy importante las decisiones que se tomen para contener y controlar la pandemia. Aún no son claras las repercusiones que provocará el paso de este virus en los próximos años, pero los ODS serán una herramienta para impulsar la recuperación social y económica de los países, especialmente en la región latinoamericana, donde la lucha por reducir las desigualdades seguirá siendo el principal reto.
Son claros los retos que debe afrontar el país, por ello es importante el trabajo mancomunado entre los mandatarios, el sector privado y la academia, para superar de manera articulada las secuelas que dejará la pandemia.
Para este cuatrienio la apuesta en sostenibilidad en Antioquia es altamente exigente, y más aún con la crisis generada por la covid-19. Por eso tanto los gobiernos como los ciudadanos debemos poner de nuestra parte para cumplir las metas propuestas al 2030.
Invito a que creamos y le apostemos a la sostenibilidad, no como un tema del momento o de moda, sino como un estilo de vida, donde nuestro comportamiento humano contribuya a la protección y conservación de nuestros recursos naturales y el medio ambiente, pues este desarrollo con sostenibilidad es un vehículo para fortalecer el tejido social, y su base: las relaciones humanas como sociedad, con la economía y el medio ambiente.
Luis Gabriel Gómez
Diputado
